Una
organización excelente no es más que un grupo de personas que hacen todo de
manera excelente. A medida que tus colaboradores y tú despierten a su líder
interno y den lo mejor de ustedes mismos, la compañía se alzará automáticamente
hasta su más alto nivel.
Es
importante resaltar que la grandeza exterior empieza en el interior y que para
ser un gran líder, primero hay que ser una gran persona. No podrás alcanzar un
rendimiento máximo en tu trabajo hasta que sientas que estás rindiendo al
máximo como persona. Y no podrás despertar lo mejor de tus colaboradores si
antes no has conectado con lo mejor que hay en ti mismo. Sé líder de ti mismo
en primer lugar, sólo así serás capaz de liderar a tu equipo de trabajo.
Mucha
gente trabaja pensando que cuando tenga un mejor puesto y más
responsabilidades, se entregará en cuerpo y alma y hará un esfuerzo extra en
todo lo que haga; sin embargo lo cierto es que no vivimos mucho tiempo, solo
unos 29.000 días, es decir unos 960 meses y cuando nos damos cuenta lo corta
que es la vida buscamos el equilibrio, dándole prioridad a lo que es realmente
importante.
Los
verdaderos líderes tienen la disciplina necesaria para hacer lo que saben que
es importante y correcto, en lugar de lo que es fácil y divertido. Gracias a su
capacidad para alcanzar el éxito y lograr resultados positivos duraderos
disfrutan más la vida. Pocas cosas como saber que estás realizando todo tu
potencial, que desempeñas un trabajo brillante y vives tu vida de la mejor
manera producen felicidad.
Las
empresas, las industrias, las organizaciones, etc. deben fortalecer las
capacidades de sus trabajadores para que sean líderes en todo lo que hacen.
Autor:
Extracto
del libro “El líder que no tenía cargo”
Robin
Sharma
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