HUMANIZAR LAS EMPRESAS
La empresa es una zona de coexistencias y vivencias, en la que la
actividad laboral impacta la vida privada de las personas que en ella y con
ella se vinculan, y por supuesto que también marca una gran huella en la vida
pública y en la sociedad que esté inmersa.
De allí nació la necesidad de humanizar las empresas a través del
entrenamiento de las personas para cultivar un ambiente en el que se cuide la
salud física, emocional, social, laboral, individual, colectiva.
“El humanismo tiene sentido cuando se
ejerce desde la preocupación hacia las personas que forman parte de la empresa
y se les reconoce como seres sensibles, inteligentes y capaces de cumplir su
misión y de aprender evolutivamente para mejorar sus propios resultados.”
Se entiende que humanizar cada empresa es un acto que beneficia a
socios, directivos, colaboradores, proveedores, clientes, ciudades, países,
continentes,…
El humanismo es la oportunidad de cumplir los más altos preceptos
sociales y las más altruistas pautas de acción con las que se construyen
vínculos de sano beneficio y contribución a la humanidad, la comunidad, y la
sociedad.
El humanismo tiene sentido cuando se ejerce desde la preocupación hacia
las personas que forman parte de la empresa y se les reconoce como seres
sensibles, inteligentes y capaces de cumplir su misión y de aprender evolutiva-mente para mejorar sus propios resultados.
La humanización
implica entender que una persona a diferencia de los recursos y equipos que
utilizamos en las organizaciones modificará su comportamiento, su conocimiento
y su gestión de acuerdo con cada nuevo impacto, experiencia o aprendizaje.
Dentro de la cultura de la humanización cada transformación de una
persona debe aportarle los resultados deseables para sí mismo y para la
organización.
El impacto de cada interacción tendrá un resultado positivo cuando se
alimente de bondad, paciencia, inteligencia y carezca de egoísmo, negligencia e
indisciplina.
La gestión humanista comprende al menos
los siguientes aspectos:
- Retribuir de manera justa a colaboradores y negociar ecuánime-mente con proveedores.
§ Retener únicamente
a quienes demuestran virtud en su comportamiento y
competencia en su rol.
§ Permitir relaciones
cordiales y trato digno.
§ Diseñar jornadas justas
y contratos correctos con colaboradores, proveedores y clientes.
§ Valorar más a las
personas que a las estructuras, los recursos, los bienes y las metodologías de
trabajo.
§ Apreciar más la
ética que las competencias y que la presión por competir.
Dentro de la cultura de la humanización cada transformación de una
persona debe aportarle los resultados deseables para sí mismo y para la
organización.
Para humanizarnos es necesario
expandir afabilidad hacia quienes nos rodean, aunque no los veamos, siendo este
el vínculo más poderoso entre los seres vivos.
En el planeta estamos despertando a
las buenas relaciones, y las personas estamos optando por un estilo de vida más
responsable, aunque aún no todos somos capaces de poner en palabras lo que
estamos sintiendo.
Una gran fuerza nos impulsa a evolucionar y para mejorar necesitamos:
Afabilidad: Capacidad de
actuar con acceso fácil, actuar con empatía para establecer relaciones
cordiales con calidez y justicia, que lo llevará a conseguir un ambiente de
convivencia agradable y positiva para todos, siendo que debemos integrar
atributos:
·
Respeto
·
Amabilidad
·
Confianza
·
Generosidad
Toda persona sabia tiene que tener el
don de la afabilidad, con la que conseguirá hacer la vida mucho más agradable a
todos con los que conviva. No obstante, en ocasiones, para evitar un mal y no
sea incomprendida por el resto de personas, deberá establecer políticas y
normas contundentes.
Todos estos atributos pueden desarrollarse en las personas, en las
organizaciones y en las comunidades.
Es posible una acción humanista en la búsqueda del bien
común.
Hay personas que viven con honor y afabilidad, y que cada día se
esfuerzan por construir un mundo en el que la productividad genere felicidad,
salud y abundancia social.
Los empresarios
deben cuidar que su empresa se mantenga socialmente sana, humanamente
respetuosa y económicamente rentable.
Fuente: Revista Empresarial & Laboral
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